El término industria 4.0 se refiere a un nuevo modelo de organización y de control de la cadena de valor a través del ciclo de vida del producto y a lo largo de los sistemas de fabricación apoyado y hecho posible por las tecnologías de la información.

El objetivo es que nuestra empresa sea capaz de adaptarse a los medios de producción y a los recursos de los que dispone para intentar aprovecharlos al máximo.

Por lo tanto, podemos decir que, la industria 4.0, consiste en la digitalización de la industria y todos los servicios relacionados con la empresa.

Cuando se busca este concepto de industria se produce una unión entre el mundo virtual y el real, es decir, se utilizan las nuevas tecnologías en todas las partes de la empresa, incluyendo los procesos productivos. De esta forma, las instalaciones son capaces de autogestionarse de forma más autónoma adaptándose a los requisitos del mercado.

IFFE | La Realidad de la Industria 4.0 - Un Reto Necesario - IFFE

Soluciones inteligentes

 

Los productos inteligentes se caracterizan por disponer de electrónica, software embebido y conectividad lo que, en conjunto, le dotan de nuevas características, capacidades y funciones. La conectividad les proporciona capacidad de comunicación máquina a máquina (M2M) e interacción con humanos. El software les permite auto-gestionarse y tomar decisiones descentralizadas. Equipados con sensores captan información sobre su entorno y sobre su propio uso y estado, datos que pueden proporcionar a quien lo fabricó o gestiona su servicio.

Este intercambio de información o comunicación en formato de datos entre dos máquinas remotas puede producirse a través de un PLC, Bluetooth, Wifi…

Esta información será procesada por un servidor que además puede estar integrado con el core business de la empresa (ERP, Mapas GIS de trazabilidad de flotas de camiones, Sistema de pedidos, Centrales receptoras de alarmas…) y enviará las ordenes y la información a las máquinas que gestionar (robots, TPV, contadores…).

Flexibilidad

Se trata de un modelo flexible, la manera de producir es personalizada. De esta manera, se conecta a los proveedores, clientes y empleados en todo el proceso de elaboración del producto.

Conectividad

Existe la digitalización de los procesos, debido a que hay una conectividad e integridad entre las diferentes fases del proceso productivo.

Adaptabilidad

Se basa en la re-configurabilidad, de manera que existe una capacidad de adaptación de forma rápida y económica ante los cambios en el producto.

``Smartización``

Se caracteriza por la “Smartización” de los procesos y medios para responder de forma inteligente; entre otras cosas, esto significa aprender de experiencias previas y responder de forma autónoma a situaciones imprevistas.

Digitalización

Los empleados trabajan con herramientas digitales como son, por ejemplo, los robots colaborativos y sistemas de inteligencia artificial y esto hace que aumente la productividad y la seguridad.

Ventajas

 

  • Se obtienen procesos más depurados, repetitivos y sin errores ni alteraciones. Así logramos una producción ininterrumpida y disponible las 24 horas del día. Una ventaja notable para las empresas altamente estacionales, por ejemplo.
  • Se optimizan los niveles de calidad. La automatización de procesos permite mayor precisión en pesos, medidas y mezclas. Es más, se evitan los tiempos muertos e interrupciones.
  • Obviamente, a mayor eficiencia, mayor ahorro de costes. Los procesos automatizados exigen de menor personal, menos errores y mayor eficacia energética, de materias primas, etc.
  • Los tiempos de producción se recortan drásticamente.
  • Se consigue una mayor seguridad para el personal implicado en cada proceso. Este punto es especialmente importante para trabajos a temperaturas elevadas, con grandes pesos o en entornos peligrosos.
  • La producción es mucho más flexible, ya que el producto es adaptable a los requerimientos de cada empresa en particular.
  • El flujo de datos es ahora mucho más eficiente gracias a las redes de comunicación. Se reducen los tiempos de reacción y la toma de decisiones.
  • Como es lógico, la competitividad empresarial es mucho más elevada. Se da mejor respuesta las necesidades de los mercados, se ofrecen productos de alta calidad y se reacciona de forma más veloz y flexible a los cambios.
  • Asegura un gran potencial para conectar a millones de personas por medio de las redes digitales.
  • Gracias a la nueva industria, la gestión de los activos es más sostenible, pudiendo incluso regenerar el medio natural.
  • La eficiencia de las organizaciones mejora en eficacia de forma manifiesta.